martes, 1 de septiembre de 2015

COMER POR ESTRÉS

Comer por estrés: diferenciá el hambre real del emocional

Recurrir a la comida como vía de escape de los problemas sólo complica más las cosas. Identificar las causas que llevan al exceso es clave para lograr un cambio.
Nutrición
El siguiente listado es un ejemplo de conductas no saludables para tapar el estrés de la vida:

- Ver televisión por muchas horas;

- Comer en exceso;

- Dormir demasiado;

- Tomar mucho alcohol;

- Relacionarse con ira con los demás;

- Fumar más de lo habitual;

- Automedicarse con ansiolíticos, analgésicos y/o pastillas para dormir;

- Recurrir a drogas ilegales que ponen en riesgo nuestra vida.

Tomar conciencia de cómo estamos manejando nuestro estrés puede ayudarnos a considerarlo para empezar a tomar decisiones más convenientes y saludables.

El doctor Herbert Benson es director del Instituto para la Medicina de la Mente y el Cuerpo, perteneciente a la Escuela de Medicina de Harvard, quién sugiere utilizar una combinación de acciones tendientes al manejo de estrés:

- Aprender diferentes técnicas de relajación, como puede ser la práctica de yoga, tai chi o el mindfulness, entre otras prácticas;

- Mejorar la calidad de vida desde la psicología positiva y la reestructuración cognitiva para aprender a gobernar los propios pensamiento distorsionados;

- Hacer actividad física con regularidad, comer sano, buscar rodearse con personas que le hagan sentir bien, y dedicar tiempo a actividades que disfrute.

Los seres humanos no sólo comemos para nutrirnos. El acto de comer implica también una sucesión de hechos y pensamientos aprendidos a través del tiempo, los cuales se vinculan con experiencias pasadas. Es necesario concientizar las causas emocionales que los originan, ya que de lo contrario, no podremos cambiar. 

FUENTE: www.clarin.com/comerporestres

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