jueves, 6 de agosto de 2015

Cultura de EEUU, de comida chatarra a actores, entra en Irán

En esta imagen, tomada el 5 de agosto de 2015, el empleado iraní Shahin Mirouzadeh corta patatas en un restaurante de comida chatarra de "Mash Donald's", una versión de McDonald's en el oeste de Teherán, Irán.
En esta imagen, tomada el 5 de agosto de 2015, el empleado iraní Shahin Mirouzadeh corta patatas en un restaurante de comida chatarra de "Mash Donald's", una versión de McDonald's en el oeste de Teherán, Irán.

Poco después de alcanzar un acuerdo nuclear con las potencias mundiales, un periódico local de Teherán publicó una imagen que para muchos fuera de Irán sería habitual: Un actor estadounidense anunciando un reloj caro.

Pero los ojos azules de John Travolta, que se clavan en el lector mientras el actor posa sentado junto a al cohete experimental X-15 de la Nasa en una autopista de California, ofrecen una dosis del estilo de vida americano poco vista en el país desde la revolución islámica de 1979. Y pronto podrían llegar más.

 En esta imagen tomada el 5 de agosto de 2015, un anuncio protagonizado por el actor estadounidense John Travolta aparece en la edición del 2 de agosto de un periodico local iraní. En esta imagen, tomada el 5 de agosto de 2015, un dependiente iraní en una tienda de electrónica que vende productos de Apple en Teherán, Irán. En esta imagen tomada el 5 de agosto de 2015, un anuncio protagonizado por el actor estadounidense John Travolta aparece en la edición del 2 de agosto de un periodico local iraní. En esta imagen, tomada el 5 de agosto de 2015, un dependiente iraní en una tienda de electrónica que vende productos de Apple en Teherán, Irán.
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En esta imagen, tomada el 5 de agosto de 2015, un dependiente iraní en una tienda de electrónica que vende productos de Apple en Teherán, Irán. Vahid Salemi Foto AP
Empresas de todo el mundo quieren entrar en Irán, un país con unos 80 millones de personas, con importantes reservas de petróleo y gas y una considerable clase media que ansía marcas estadounidenses. Aunque los más conservadores temen que esto pueda corromper a la nación islámica, otros han abierto su mente a la idea de tenerlos cerca.

"Tuvimos relaciones económicas con Estados Unidos en el pasado", dijo Mohsen Jalalpur, presidente de la Cámara de Comercio de Irán. "Los Americanos están muy interesados en algunos productos iraníes y algunos productos americanos son muy populares entre los iraníes también. La popularidad de las marcas y su pasado pueden ayudar".

Cientos de miles de iraníes viven en Estados Unidos. Los que siguen en Irán están conocen la cultura estadounidense a través de DVD de contrabando y programas de televisión emitidos online por redes virtuales privadas con las que burlan a los censores de internet. Quienes se lo pueden permitir visitan Dubai, donde están presentes casi todas las marcas globales.

Pero el acuerdo nuclear, que levantará las sanciones sobre Teherán a cambio de restricciones al programa nuclear iraní, podría abrir más puertas. En abril, el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, dijo que el diálogo nuclear con Washington podría llevar a negociaciones sobre otros temas en el futuro.

Esto supone un cambio tras décadas de sospechas entre los dos países. Los iraníes despreciaron durante años a los estadounidenses por su implicación en el golpe de Estado de 1953 que derrocó a su primer ministro electo y dio el poder a un sha respaldado por Occidente. En Estados Unidos sigue vigente el enfado por la crisis de rehenes en su embajada, cuando 52 estadounidenses estuvieron retenidos durante 444 días.

Pero ahora, bajo el pacto nuclear, las empresas miran a Irán como un mercado importante mientras los locales quieren tener más acceso a productos como iPhones, dijo Amir Rezvani, responsable de ventas de Vaghaye Gostare Fars Co., que importa los dispositivos de Apple.

"El pueblo iraní recibiría con los brazos abiertos a Apple y aman los productos de Apple", explicó Rezvani. "Creo que la entrada de estas empresas en Irán beneficiará a la gente y al mismo tiempo dará grandes beneficios a estas compañías".

Apple no realizó comentarios al ser preguntado sobre posibles planes en Irán.

Incluso McDonald's Corp., cuyos arcos dorados se levantan ya en el país, tiene una aplicación en internet para los interesados en franquicias en la República Islámica. McDonald's dijo que no ha "fijado una fecha en firme" para expandirse allí, pero algunos conservadores advierten sobre una próxima invasión de la cultura de las barras y las estrellas. Un rumor que apuntaba a la apertura de un restaurante de la cadena de comida chatarra en Teherán en 1994 provocó un incendio en el lugar.

"Seamos cautos para que los estadounidenses no sustituyan las sanciones con sándwiches", dijo Ezatolá Zarghami, un conservador que en su día presidió la televisora estatal del país.

McDonald's se negó a comentar sus planes para Irán. Pero en Teherán hay ya una imitación de la marca — que se hace llamar "Mash Donald's" — que vende hamburguesas y patatas. Y su dueño espera a la competencia.

"Debería permitírseles venir", dijo el restaurador Hassan Padiav. "¿Cuál es la razón para toda la oposición? Nada malo va a pasar".

FUENTE: http://www.elnuevoherald.com/noticias/finanzas/article30205374.html



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