El fin de nuestro blog es dar a conocer los temas que abarca la comida chatarra tanto como las vetajas;desventajas, y los mas raros que existen! disfrutenlo..
¿Eres adicto a las papas fritas, los pretzels, los dulces o cualquier otra "comida" que puedas encontrar en una máquina expendedora? Aunque comer comida chatarra puede ayudarte a desaparecer ese antojo y disfrutar de un sabroso bocadillo, comer mucha comida chatarra a largo plazo puede llevarte a la obesidad, la pereza, y en casos extremos, incluso a la depresión. Cuanto más pronto puedas reemplazar la comida chatarra con opciones saludables, más pronto tendrás una vida más sana y más feliz. 1. Empieza cocinar. Mucha gente come comida rápida o comida chatarra porque siempre están en movimiento y no tienen tiempo para cocinar. Incluso si no tienes mucho tiempo, trata de aprender algunas recetas rápidas y fáciles. Si comes mucha comida chatarra, una buena idea es que trates de hacer tus propias hamburguesas y papas fritas. En general, la comida que se prepara en casa es más saludable que la que encuentras en un restaurante de comida rápida
2.Amplía tus conocimientos culinarios. La mayoría de personas piensan que la comida chatarra es muy sabrosa, pero también hay muchas comidas que son saludables y deliciosas al mismo tiempo. Si no quieres cocinar, aún puedes probar nuevos platillos yendo a diferentes restaurantes.
3.Debes saber lo que la comida chatarra puede hacerte. La comida poco saludable te puede llevar a la obesidad, y la obesidad te puede llevar a muchos problemas de salud, por ejemplo: la enfermedad coronaria, la presión arterial alta, un derrame cerebral, la diabetes, etc.
Comer mucha comida chatarra a veces se asocia con otros problemas del estilo de vida, como la falta de actividad física, la adicción a la televisión o al Internet, la bulimia, a veces incluso la depresión. Debes saber si tienes alguno de estos problemas y tratarlos de la forma correcta.
4. Deja de comprar comida chatarra. ¡No podrás comerla siempre y cuando no la tengas! Simplemente no pongas un paquete de papas fritas en tu cesta de compras la próxima vez que vayas al supermercado. En lugar de eso, compra cosas saludables, como por ejemplo frutas.
5.Resiste. Pasa dos semanas sin ningún tipo de comida chatarra. Finalmente dejarás de anhelarla, te hará sentir mucho mejor y te ayudará a vivir más tiempo con tu nuevo estilo de vida saludable.
El pan, «fruto de la tierra y del trabajo del hombre», es el alimento básico de nuestra civilización. Pero ha llegado el momento de dejar de consumir pan blanco. Ahora verá por qué.
1-Demasiado mezclado
El trigo ya no puede considerarse un alimento sano. Aunque sea ecológico o integral, el trigo moderno es demasiado híbrido. Contiene una elevada cantidad de glutamina, una proteína que tiende a irritar las paredes intestinales, y muchos menos minerales y vitaminas que hace cientos de años.
Es una verdadera lástima, porque el trigo era realmente un alimento adecuado y hoy en día se utiliza en multitud de harinas y alimentos, en especial como espesante.
2-Demasiado pobre en fibra, vitaminas y minerales
En el pan blanco, la mejor parte de la harina se ha retirado para dársela a los cerdos y a otros animales de granja. El trigo integral no es bueno para la salud, pero al menos contiene fibra, vitaminas y minerales. Para elaborar pan blanco, por el contrario, se retiran del trigo el germen y el salvado.
El resultado es un producto casi sin fibra y sin apenas vitaminas ni minerales, un producto que en el fondo no es más que almidón; sencillamente calorías sin nutrientes esenciales.
Lo mismo ocurre con los cereales para el desayuno. Cuando compre cereales no se deje impresionar por las etiquetas que indican que han sido “enriquecidos” con vitaminas. La razón por la que a veces se “enriquecen” los cereales es precisamente porque los científicos se dieron cuenta en 1945 de hasta qué punto eran pobres en nutrientes. Vamos, que la caja de cartón de los cereales contiene casi tantos micronutrientes como los propios cereales, si no más.
Los fabricantes añadieron entonces 3 ó 4 vitaminas y un poco de hierro. Pero esto es como si alguien le robase 10.000 euros de su cuenta del banco y luego decidiese “enriquecerle” dándole un par de euros.
3-Demasiado salado
El pan blanco moderno está demasiado salado. Contiene de media 19 g de sal por kilo de pan. Una barra (250 gramos) contiene 4,7 g de sal, lo que supone casi la cantidad máxima diaria que recomienda ingerir la OMS (5 g/día/persona). Según datos recogidos por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), en España la principal fuente dietética de sodio en la población adulta es precisamente el pan.
Aunque no se añada sal en su fabricación, el pan sin sal contiene sin embargo de 0,2 a 2,2 g de cloruro de sodio por kilo.
4-Demasiado dulce
El pan blanco no es un azúcar lento, más bien es un azúcar de combustión rápida con un índice glucémico elevado, que provoca un gran desgaste de insulina y reacciones de hipoglucemia.
El índice glucémico indica el efecto de los alimentos en la glucemia (nivel de glucosa en sangre) durante las dos horas siguientes a su ingesta.
El índice 100 de glucemia (el máximo) corresponde a la glucosa pura y… ¡al pan blanco!, que no es más que almidón, como ya ha visto, y el almidón a su vez no es más que una cadena de moléculas de glucosa.
Esto quiere decir que consumir pan blanco es peor que comer terrones de azúcar: hace que aumenten escandalosamente los niveles de azúcar en la sangre, lo que afecta al páncreas y provoca un pico de insulina, con el consiguiente riesgo de desarrollar en un futuro resistencia a la insulina, diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares.
5-Demasiado gluten
El trigo moderno, resultado de procesos híbridos, se ha seleccionado por su riqueza en gluten. El gluten es una mezcla de proteínas. Cuanto más gluten haya en la harina, más fermenta el pan y se vuelve más elástico y esponjoso. El pan parece más apetitoso, más hinchado y, por tanto, se vende mejor.
El problema es que el sistema digestivo de muchas personas no tolera las cantidades de gluten que presenta el pan moderno. La intolerancia al gluten provoca cansancio, dolores abdominales, diarrea, reflujo gastroesofágico, problemas articulares, eccemas e incluso trastornos neurológicos.
La alimentación compuesta por comida chatarra puede generar un daño mayor que el tabaco, afirmó el relator especial de Naciones Unidas para la Alimentación, Olivier de Schutter.
Las dietas poco saludables son una amenaza mayor a la salud global que el tabaco, afirmo De Schutter en Ginebra al proponer un acuerdo global que regule los alimentos chatarra.
Así como el mundo se unió para regular el tabaco, es ahora necesario un convenio que regule la alimentación.
El relator especial de las Naciones Unidas expuso que pese a las advertencias y a la identificación de acciones acciones prioritarias necesarias, la comunidad mundial no destina suficiente atención a la creciente epidemia de obesidad originada por dietas no saludables.
De Schutter recordó que hace dos años presentó un reporte sobre nutrición y el derecho a la comida, y también que ya pasaron 10 años de que la Asamblea Mundial de la Salud en conjunto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) elaboraron la Estrategia Global sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud. No obstante, la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y otras complicaciones derivadas de una mala alimentación, continúan avanzando, al igual que, subrayó. En este contexto, las señales de advertencia no están siendo escuchadas.
El experto reiteró que se deben reformarse los sistemas alimentarios para promover una alimentación sana.
Los gobiernos han sido indiferentes en cuanto a qué tipo de alimentos se están ofreciendo, a qué precio, para quiénes están disponibles y cómo son comercializadas, enfatizo el experto.
Según los datos mas recientes de la OMS señalan a la obesidad como responsable de 3.4 millones de muertes al año, y que en el mundo, hay mil 400 millones de personas con sobrepeso.
De Schutter participará el miércoles próximo en un evento de Consumidores Internacionales en el que propondran nuevas recomendaciones para promover y proteger las dietas saludables.
Los Diez aditivos alimentarios más peligrosos para la salud en algunos de los alimentos más consumidos. Tengamos cuidado y leamos las etiquetas.
1. Los edulcorantes artificiales
Aspartamo, (E951), más popularmente conocidas como NutraSweet y Equal, a menudo se encuentran en los alimentos etiquetados como “dieta” o “sin azúcar”. El aspartamo se cree que es cancerígeno y es responsable de más informes de reacciones adversas que todos los demás alimentos y aditivos de alimentos combinados. El aspartamo no es tu amigo. El aspartamo es una neurotoxina y carcinógeno. Conocido a erosionar la inteligencia y afectar a memoria a corto plazo, los componentes de este edulcorante tóxicos puede dar lugar a una amplia variedad de enfermedades incluyendo tumores cerebrales, enfermedades como el linfoma, diabetes, esclerosis múltiple, la fatiga de Parkinson, el Alzheimer, la fibromialgia, y crónicas, trastornos emocionales como los ataques de depresión y ansiedad, mareos, dolores de cabeza, náuseas, confusión mental, migrañas y convulsiones.
El acesulfame-K, un edulcorante artificial relativamente nuevo se encuentran en productos para hornear, la goma y gelatina, no ha sido probado y se ha relacionado con tumores de riñón. Se encuentra en: refrescos de dieta o sin azúcar, Diet Coke, Coca-Cola Zero, gelatina (y más de gelatinas), postres, goma de mascar sin azúcar, mezclas para bebidas, productos para hornear, edulcorantes de mesa, cereales, breathmints, pudín, Kool-Aid, té helado, vitaminas masticables, pasta de dientes.
2. Maíz de alta fructosa de jarabe
De alta fructosa de jarabe de maíz (HFCS) es un edulcorante artificial altamente refinado que se ha convertido en la principal fuente de calorías en Estados Unidos. Se encuentra en alimentos casi todos procesados. Paquetes de JMAF en los kilos de más rápido que cualquier otro ingrediente, aumenta el colesterol LDL (“malo”), los niveles de colesterol, y contribuye al desarrollo de la diabetes y el daño a los tejidos, entre otros efectos nocivos. Se encuentra en: los alimentos más procesados, panes, dulces, con sabor a yogures, aderezos para ensaladas, verduras enlatadas, cereales.
3. Glutamato monosódico (MSG / E621)
MSG es un aminoácido utilizado como potenciador del sabor en sopas, aderezos para ensaladas, papas fritas, platos congelados y alimentos de muchos restaurantes. MSG se conoce como un excitotoxina, una sustancia que sobreexcita células hasta el punto de daño o la muerte. Los estudios demuestran que el consumo regular de MSG puede dar lugar a efectos secundarios adversos, que incluyen la depresión, desorientación, daño ocular, fatiga, dolores de cabeza, y la obesidad. MSG efectos de las vías neurológicas del cerebro y desactiva el “estoy lleno” la función que explica los efectos del aumento de peso. Se encuentra en: comida china (Síndrome de restaurante chino) muchos aperitivos, patatas fritas, galletas, condimentos, la mayoría de los productos de sopa Campbell, comidas congeladas, carnes frías. 4. Grasas trans
Las grasas trans se utilizan para mejorar y extender la vida útil de los alimentos y se encuentra entre las sustancias más peligrosas que usted puede consumir. Se encuentra en alimentos fritos rápidos y algunos alimentos procesados a base de margarina o aceites vegetales parcialmente hidrogenados, grasas trans se forman por un proceso llamado hidrogenación. Numerosos estudios demuestran que las grasas trans aumentan los niveles de colesterol LDL, mientras que disminuye el colesterol HDL (“colesterol bueno”), aumenta el riesgo de ataques cardíacos, enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares, y contribuye al aumento de la inflamación, la diabetes y otros problemas de salud. Aceites y grasas están prohibidas en el mercado danés si contienen ácidos grasos trans superior al 2 por ciento, una medida que prohíbe efectivamente aceites parcialmente hidrogenados. Se encuentra en: margarina, papas fritas y galletas, productos de panadería, comidas rápidas.
5. Comunes de colorantes alimentarios
Los estudios demuestran que los colorantes artificiales que se encuentran en refrescos, zumos de frutas y aderezos para ensaladas, pueden contribuir a problemas de comportamiento en los niños y dar lugar a una reducción significativa en el coeficiente intelectual. Los estudios en animales han vinculado otros colorantes de alimentos para el cáncer. Cuidado con estos: Azul # 1 y # 2 Blue (E133) – prohibido en Noruega, Finlandia y Francia. Puede causar daño en los cromosomas que se encuentra en: dulces, cereales, refrescos, bebidas deportivas y alimentos para mascotas. colorante rojo # 3 (también rojo # 40) (E124) – Prohibido en 1990 después de 8 años de debate por el uso en muchos alimentos y productos cosméticos. Este medio de contraste sigue siendo en el mercado de compras en línea! Ha sido demostrado que causa cáncer de la tiroides y el daño cromosómico en los animales de laboratorio, también pueden interferir con la transmisión nerviosa del cerebro. Se encuentra en: cóctel de frutas, cerezas al marrasquino, la mezcla de pastel de cereza, helado, dulces, productos de panadería y mucho más! Amarillo # 6 (E110) y amarillo tartrazina (E102) – prohibido en Noruega y Suecia. Aumenta el número de riñón y los tumores de la glándula suprarrenal en animales de laboratorio, puede causar daño cromosómico. Se encuentra en: queso americano, macarrones y queso, dulces y bebidas gaseosas, limonada y mucho más! 6. Sulfito de sodio (E221)
Conservante utilizado en la elaboración del vino y otros alimentos procesados. Según la FDA, aproximadamente uno de cada 100 personas es sensible a los sulfitos en los alimentos. La mayoría de estos individuos son asmáticos, lo que sugiere un vínculo entre el asma y los sulfitos. Las personas que son sensibles al sulfito pueden experimentar dolores de cabeza, problemas respiratorios y erupciones cutáneas. En los casos graves, a los sulfitos pueden causar la muerte por el cierre de la vía aérea por completo, dando lugar a un paro cardíaco. Se encuentra en: El vino y frutos secos.
7. El nitrato de sodio / nitrito de sodio
Nitrato de sodio (o nitrito de sodio) se usa como conservante, colorante y saborizante en tocino, jamón, perros calientes, embutidos, carne en conserva, el pescado ahumado y otras carnes procesadas. Este ingrediente, que suena inofensivo, es en realidad altamente cancerígeno, una vez que entra en el sistema digestivo humano. Allí, se forma una variedad de compuestos de nitrosamina que entrar en el torrente sanguíneo y causar estragos con un número de órganos internos: el hígado y el páncreas en particular. El nitrito de sodio es ampliamente considerado como un ingrediente tóxico, y el USDA en realidad trató de prohibir este aditivo en la década de 1970, pero fue vetado por los fabricantes de alimentos que se quejaron de que no tenía otra alternativa para la conservación de los productos envasados en carne. ¿Por qué la industria todavía se usa? Simple: este producto químico se le pasa a su vez las carnes de color rojo brillante. En realidad es un fijador de color, y hace años, las carnes muertas aparecen frescas y vibrantes. Se encuentra en: salchichas, tocino, jamón, fiambres, embutidos, carne en conserva, pescado ahumado o cualquier otro tipo de carne procesada. 8. BHA y BHT (E320)
Butilhidroxianisol (BHA) y hydrozyttoluene butilado (BHT) son conservantes que se encuentran en los cereales, goma de mascar, papas fritas, y los aceites vegetales. Este conservante común mantiene los alimentos de cambiar de color, cambiar el sabor o se vuelva rancio. Efectos del sistema neurológico del cerebro, altera el comportamiento y tiene potencial de causar cáncer. BHA y BHT son oxidantes que causan cáncer se forman compuestos reactivos en su cuerpo. Se encuentra en: papas fritas, chicles, cereales, salchichas congeladas, arroz enriquecido, manteca de cerdo, manteca, dulces, gelatinas.
9. Dióxido de azufre (E220)
Los aditivos son tóxicos y de azufre en los Estados Unidos de América, la Administración Federal de Drogas han prohibido su uso en frutas y verduras crudas. Las reacciones adversas incluyen: problemas bronquiales en particular en las zonas propensas al asma, hipotensión (presión arterial baja), rubor sensación de hormigueo o shock anafiláctico. También destruye las vitaminas B1 y E. No se recomienda su consumo por los niños. La Organización Internacional del Trabajo dice que para evitar el E220 si usted sufre de bronquitis conjuntivitis, enfisema, asma bronquial, o enfermedad cardiovascular. Se encuentra en: cerveza, refrescos, frutas secas, jugos, licores, vino, vinagre, y productos de patata.
10. Bromato de potasio
Un aditivo que se utiliza para aumentar el volumen de un poco de harina blanca, pan y bollos, bromato de potasio se sabe que causa cáncer en animales. Incluso pequeñas cantidades de pan, puede crear problemas para los seres humanos. Se encuentra en: pan
No sólo se trata de aportar combustible a nuestro organismo para que funcione. No sólo se trata de disfrutar comiendo o de saciar nuestra hambre. También se debe combinar bien los alimentos para mejorar la digestión y para asimilar mejor los nutrientes. Si lo hacemos bien el sistema digestivo necesitará menos energía y el resultado es que el organismo puede centrarse en otras funciones como reparar células y depurar el cuerpo (como consecuencia perderemos peso). Este ahorro de energía también repercute en el estado de ánimo: nos sentimos menos pesados y cansados después de las comidas y tenemos más energía y vitalidad a lo largo del día. Además evitaremos el molesto “hinchazón” o sensación de hartazgo después de comer.
A la hora de alimentarnos es muy importante saber escoger los alimentos que vamos combinar, ya que no todos tienen la propiedad de poderse mezclar entre sí. Y es que no todos los alimentos se llevan bien juntos. Cuando la combinación no se hace de la manera adecuada se obtienen resultados perjudiciales ¡horror! Y dichas mezclas pueden provocar reacciones negativas en el organismo.
Te contamos qué parejas de alimentos son las “mal avenidas”, las de separación con divorcio millonario y de “diferencias irreconciliables”.
Espinacas con queso
Las espinacas contienen oxalatos, las cuales impiden que el organismo absorba de manera correcta el calcio, por esta razón no es conveniente mezclar las espinacas con el queso y con otros lácteos. Además el calcio del queso compite con el hierro de la espinaca para absorberse, limitando entonces con esta combinación la biodisponibilidad de los dos minerales.
Remolacha con soja
La remolacha es una verdura también muy rica en oxalatos, y la soja contiene calcio, así como hierro. Ambos minerales se ven afectados por la presencia de la primera sustancia en la remolacha.
Los líquidos en las comidas
Es importante saber que tomar demasiados líquidos con las comidas no es muy recomendable, ya que la digestión se hace mucho más lenta y perjudica la salud.
Los hidratos de carbono, féculas y alimentos ácidos
Tanto los hidratos de carbono como las féculas comienzan la digestión en la boca, para lo cual necesitan una correcta masticación y un medio alcalino; los alimentos ácidos hacen que el proceso de la digestión sea muy lento, por lo tanto no es recomendable añadir tomate a la pasta o al arroz. ¡Vaya! Seguro que esta combinación sí que costará evitarla.
Las frutas dulces no son compatibles con las frutas ácidas, cuando las combinamos se producen reacciones químicas que pueden perjudicar el normal comportamiento del organismo.
Por lo general todas las salsas son una gran fuente de grasas, las cuales hacen que la digestión se vuelva demasiado lenta, esto sucede porque neutralizan las enzimas de los jugos gástricos, lo cual impide que puedan realizar su función de la manera correcta.
La fruta se debe comer sola. La fruta es el alimento que se digiere más deprisa (esto sí es “fast food”). En veinte o treinta minutos ya está fuera del estómago. El único grupo de alimentos que combina bien con la fruta son los vegetales de hoja verde.
Los melones se deben comer solos, ya que, de todas las frutas, son las que requieren menos tiempo de digestión. Combinar melones con otras frutas podría frenar el proceso.
Según la teoría de la combinación de los alimentos, los diferentes grupos de alimentos requieren tiempos diferentes y diferentes tipos de enzimas en el estómago y en los intestinos para poder ser digeridos. Un medio alcalino o ácido activará unas enzimas u otras. Cuando comemos ciertos alimentos al mismo tiempo, liberamos ambos tipos de enzimas; así se crea un ambiente neutro que lo único que hace es inhibir y retrasar el proceso digestivo. Eso puede originar fermentación de azúcares y putrefacción de proteínas en el estómago, y provocar gases, inflamación y otros síntomas de indigestión. La putrefacción de las proteínas genera residuos tóxicos que a nuestro organismo le resultan difíciles de eliminar, y que pueden ser el origen de afecciones y enfermedades.
¡Vaya! ¡No todo vale en la cocina!
Pero para no dejarlo así, tan dramático, te hablaremos de un matrimonio muy bien avenido:
En materia de alimentación es muy común que los platos que nos apasionan (hamburguesas, hot dogs, postres híper azucarados) sean también los que más daño le hacen al cuerpo. Pero existe una categoría aún más riesgosa que comprende aquellas comidas que nos pueden llevar directamente a la muerte, según un informe publicado por la prestigiosa revista Times de los Estados Undos. Este es el listado de los diez platos e ingredientes más peligrosos del mundo.
1. Hot dog
Bocadillo por excelencia para los que almuerzan apurados, el hot dog tiene peor fama que Satanás para la Academia Americana de Pediatría. La entidad realizó un estudio en el que se demostró que casi el 20% de las muertes por asfixia -relacionadas a la comida- en niños menores de 10 años es causado por las salchichas.
2. Café ardiente
Más allá de que la cafeína en exceso provoca trastornos de sueño y aumenta las posibilidades de un ataque cardíaco, también está comprobado que en los locales gastronómicos el café se sirve a temperaturas peligrosas. Tanto McDonald´s como Starbucks afrontaron juicios millonarios por ofrecerlo demasiado caliente. En 1992, una anciana fue indemnizada con u$s 2,86 millones por McDonald's, porque un vaso gigante de café le produjo quemaduras en el 6% del cuerpo.
3. Hongos
No era tan cierto aquello de que todo lo que nos da la naturaleza es sano. Sin ir más lejos, los hongos pueden resultar mortales si uno no sabe qué especie está comiendo. Por eso, si usted está de paseo en la campiña no se le ocurra ponerse a recolectar nada que se parezca a un champiñón u hongo. Variedades como la death cap, destroying angels y neadly webcap son altamente venenosas y llevan sin escalas a la muerte.
4. Atún
Se sabe que una latita de atún siempre viene bien cuando la heladera está vacía y no hay nada para comer. Sin embargo, la Food and Drug Administration (FDA), el máximo ente de la alimentación en Estados Unidos, ha sido muy claro al respecto: el atún es riesgoso para las mujeres embarazadas y los niños en desarrollo, por sus altos niveles de mercurio, que afectan el sistema nervioso.
5. Hojas verdes
Distintos tipos de verdes (espinaca, lechuga, rúcula y otras variedades) fueron clasificados por el prestigioso Centro de Ciencia para el Interés Público como los alimentos más riesgosos de 2009. La entidad estudió distintos tipos de lechugas que se sirven en los restaurantes y llegó a la conclusión de que, si no están bien lavadas y procesadas, estas plantas son transmisoras de numerosos virus, como la salmonela y el E. Coli, entre otros. 6. Maní
Ideal para acompañar una cerveza bien fría, el maní no es tan inocente como parece. Según la Academia Americana de Inmunología, es el causante más común de las muertes por alergia y, de hecho, el 1% de la población suele presentar alguna reacción de este tipo ante el maní. Entre 1997 y 2002, los incidentes de alergia por este snack se duplicaron en el segmento de los niños.
7. San Nak Ji (pulpo vivo)
Existe en Korea y Japón una especie de pulpo llamada San Nak Ji, una de las mayores delicias populares en esos países. Este platillo se disfruta especialmente cuando se sienten los tentáculos del pulpo moviéndose en la boca. Sin embargo, un error minúsculo en el retiro de las toxinas es fatal para el hombre. El año pasado seis personas murieron por comer este manjar.
8. Yuca
Este tubérculo, que se conoce popularmente como tapioca, no siempre es del todo amigable. Si no se la lava o cocina correctamente, las hojas y raíces de yuca tienen una dosis minúscula de cianuro que puede ser mortal para los seres humanos.
9. Ruibardo
Para quienes no lo conocen, el tallo del ruibardo es un apio extremadamente ácido que se utiliza con frecuencia en la pastelería. Numerosos centros para la prevención de intoxicaciones lo advierten claramente: ingerir una gran cantidad de sus hojas, crudas o cocidas, es un pasaporte al envenenamiento. 10. La fruta jamaiquina
Si usted va a Jamaica, recuerde que no siempre está tooodo bien. La fruta nacional jamaiquina, el ackee, desarrolla, cuando aún está verde, un veneno muy potente llamado hipoglicina. Por ese motivo la planta debe ser consumida sólo cuando se tiene la seguridad de que ha madurado. La próxima vez que visite el país de Bob Marley y pida el plato nacional, Bacalao con ackee, recuerde lo que ha leído en esta nota. ¡No diga que no le avisamos!
Tips para ayudar, especialmente a los niños, a no comer tanta comida chatarra Para vencer las resistencias de los chicos en libro citado ofrecen un decálogo: • Hablarles –sin importar la edad de los niños– sobre la importancia de incluir distintos alimentos para estar sanos, ser buenos deportistas y tener mayor facilidad para aprender. • Detallar los alimentos que presentan difi cultad, que a veces suelen ser las verduras. • Incluir un alimento nuevo por vez y en una pequeña cantidad. • No usar aderezos (salsa golf, mostaza, ketchup, mayonesa) añadidos al alimento nuevo, porque de esa manera el niño no siente el verdadero gusto de lo añadido. • Variar las formas de presentación del alimento a incorporar, empezando por las mejor aceptadas. • Llevar a los niños de compras y que ellos mismos elijan qué verduras se comprometen a comer ese día. • Que los más chicos ayuden en la cocina a preparar la comida. • No ensayar todos los días; dejar pasar dos o tres entre una prueba y otra. • Predisponerse con buen humor y gestos agradables, dado que si usted le da hígado pisado con cara de asco, sus posibilidades de éxito serán escasas. • Toda la familia deberá participar de este proceso, colaborando en cada etapa.
Ambas gozan de mala prensa y son lo primero que se limita en las dietas. Sin embargo, sólo se trata de lograr un equilibrio en su consumo. Qué dicen los médicos. Finas, blancas y requeridas. La sal y el azúcar son tan cotidianas que terminan pasando inadvertidas. Pero, ¿qué sería de la vida si no las incluyéramos en nuestra dieta? Un poco menos sabrosa, seguro. Y también algo menos saludable. La sal y el azúcar suman energía al organismo. “Son un combustible fundamental. Sin su aporte, no podríamos funcionar”, asegura Gustavo Giunta, cardiólogo de la Unidad Metabólica de la Fundación Favaloro. De tan básicas, casi nadie se acuerda de ellas a la hora de pensar en una “dieta saludable”. Pero son imprescindibles. “Sin azúcar, las células no podrían completar su proceso de reproducción y perderían vida”, explica Giunta. Lo mismo pasa con la sal: es un mineral indispensable. "Si nos faltara, se interrumpiría la transmisión del impulso nervioso y la contracción de los músculos y nos moriríamos”, dice, así de tajante, el doctor Edgardo Ridner, presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición. Y la lista de beneficios sigue: la glucosa es el principal combustible del cerebro (sólo este órgano consume un 20% del azúcar del cuerpo) y de los riñones. La sal regula el equilibrio hídrico del cuerpo y las funciones nerviosas y musculares. Sin azúcar los glóbulos rojos no podrían reproducirse y sin el yodo que aporta la sal, el cerebro no podría desarrollarse. Tampoco produciríamos tiroxina, la hormona de las tiroides, y la mayoría de las funciones de nuestro cuerpo se desorganizarían. “Es tan malo abusar de la sal como no consumirla. Cuando hay muy poco consumo de sal existe una mayor producción de ‘renina’, una hormona que eleva la presión arterial”, advierte Claudio Esteve, nutricionista especializado en diabetes y presidente de la Asociación Naturista Argentina. ¿Por qué si hacen bien está tan mal visto consumirlas? “La mala prensa de la sal y el azúcar tiene más que ver con la forma en la que las consumimos que con sus características”, dice Giunta. Echar el salero entero en un plato de papas fritas hace mal. Consumir a diario productos con azúcares procesadas, presentes en gaseosas y golosinas, también. Los efectos se notan en todo el cuerpo: “el consumo aumentado de sodio trae problemas vasculares y coronarios, edemas, aumento de la presión arterial y dolores de cabeza. Los abusos de azúcares aumentan el metabolismo y el depósito de grasas, elevan la glucosa en sangre, empeorando la situación de pacientes con enfermedades metabólicas, como la diabetes”, explica la nutricionista Bárbara Santabaya. Hay gente que no debería tener el salero ni la azucarera a mano. “Diabéticos, personas con problemas de obesidad e hipertensos son los principales grupos de riesgo”, asegura Alberto Villamil, cardiólogo del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA). Según el Ministerio de Salud, en el país una de cada tres personas es hipertensa. Cada año, los cuadros derivados de picos de presión suman unas 50 mil muertes. En la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, el consumo de sal se llevó cerca del 35%. Más allá de las patologías coronarias o metabólicas, todos podríamos y deberíamos consumir sal y azúcar. El problema es cuánto. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir entre 5 y 6 gramos de sal por día. ¿Cómo medirlas? El doctor Villamil da una fórmula práctica: “el lugar que ocupa una pastilla en un blíster equivale a un gramo de sal”. Multiplicado por seis parece suficiente para las comidas de un día, pero hay que tener en cuenta que los seis gramos que recomienda la OMS deberían ser totales. Es decir, la sal que usamos para cocinar y la que le agregamos a la comida en la mesa. También hay que tener en cuenta de dónde vienen los alimentos que consumimos. Los preparados tienen un gran porcentaje de sal concentrada. “Fiambres, snacks y prefritos son los más peligrosos”, asegura Villamil. Y, para el común de los mortales, los seis gramos parecen ser escasos. El promedio de sal consumido en la Argentina ronda los 12 gramos diarios. “Ahí radica el peligro. La mayoría de los problemas cardiovasculares son asintomáticos hasta que se producen”, advierte Giunta. Placer permitido El consumo de azúcar no debería seguir tantas reglas. “Para evitar el sobrepeso, la OMS recomienda que las calorías provenientes de los azúcares no sean más del 10% del total de la ingesta, pero es solo una recomendación. Si no hay patologías, el azúcar es un alimento que no tiene contraindicaciones”, dice Ridner. El azúcar no sólo viene en sobrecitos. Está presente en frutas y verduras, alimentos libres de sospecha en casi cualquier dieta. Si el plan es no sumar calorías vacías, se puede ahorrar glucosa en bebidas y preparados. Las gaseosas no dietéticas concentran un 50% de dulce. Las golosinas y las galletitas de góndola también suman azúcares procesados. Pero nada debería impedirnos preparar una torta con un azúcar de buena calidad. “Ver el azúcar como algo malo, por sí misma, es una muestra de ignorancia. Debería estar prohibido prohibir”, defiende Ridner. Quizás deberíamos hacerle caso a lo que decían las abuelas: “todo en su justa medida”. Ni más ni menos. FUENTE:http://entremujeres.clarin.com/vida-sana/nutricion/salud-nutricion-sal-azucar-dieta_0_1334868063.html
Bajo el eslogan "Nuestra comida, sus preguntas", la empresa de comidas rápidas McDonald's abrió la veda para que podamos conocer qué ingredientes y qué técnicas utiliza para elaborar su comida. Abren las puertas de su cocina al público para dar una imagen de transparencia y, para eso, idearon una campaña en la que la empresa publicó en su página web la lista de ingredientes y técnicas que utiliza para elaborar cada una de sus especialidades.
Entre todas las hamburguesas y refrescos, la compañía da apunte detallado de la extensa lista de ingredientes y técnicas para elaborar sus populares papas fritas, un best seller de la casa. Aparentemente, la receta de una buena ración no deberían tener más de tres ingredientes esenciales: papas, aceite y sal. Pero la relación de ingredientes que McDonald's utiliza va más allá y va a sorprender a sus consumidores.
Lo que usan:
-Papas.
-Aceite de canola o de colza.
-Aceite de soja.
-Aceite de cártamo.
-Dextrosa, un tipo de azúcar.
-Ácido sodio pirofosfato, para darles color amarillo.
-Ácido cítrico, un conservante.
-Dimetilpolisiloxano, agente antiespumante.
-"Sabor natural" de una fuente vegetal, evidentemente esto no es un ingrediente.
La técnica:
Freír en buen aceite de oliva es cardiosaludable, no tanto hacerlo en aceite vegetal. Según publica la compañía, sus papas fritas se fríen en una mezcla de 7 componentes: el aceite de canola, aceite de maíz, aceite de soja, aceite de soja hidrogenado con terc-butil-hidroquinona (TBHQ), ácido cítrico, y dimetilpolisiloxano.
El TBHQ es un ingrediente muy eficaz como antioxidante para las grasas comestibles, pero que fue relacionado con enfermedades como el asma, trastornos cutáneos, hormonales, y, en estudios en animales a largo plazo, con ciertos tipos de cáncer y daños en el ADN.
Para reflexionar:
Una vez que se dieron a conocer todos los secretos para elaborar las papas fritas de McDonald's, quizás muchos consumidores no entiendan por qué llevan tantos ingredientes y si, en realidad, todos ellos son saludables y no conllevan ningún peligro para su salud.